jueves, 6 de octubre de 2011

16 - EPÍLOGO

    Después de haber intentado hacer una recapitulación y análisis de las distintas formas de contar una historia de forma no lineal y haber estudiado muchas obras tanto literarias como fílmicas que han deconstruido la trama, desordenándola cronológicamente, ha surgido una pregunta.¿Por qué se han tardado tantos siglos en que este tipo de diégesis se convirtiera en algo habitual?


  La respuesta es muy sencilla. Como seres humanos intentamos dotar de coherencia al caos. Y no hay nada más caótico que la propia vida. Por eso nunca vemos nuestra historia personal como una sucesión de acontecimientos inconexos, sino que nos proporcionamos a nosotros mismos un relato coherente de nuestras experiencias. A cada suceso le otorgamos causalidad con respecto a otro anterior porque no podríamos sobrevivir, desde un punto de vista psicológico, si dependiéramos exclusivamente de la casualidad.

  De esta forma ¿es lógico ordenar nuestros relatos sobre ficciones de forma lineal? La respuesta es no. Como indica Umberto Eco : "Ésta es la función terapeútica de la narrativa y la razón por la cual los hombres, desde el principio de la humanidad, cuentan historias". Que es, al fin, la función de los mitos : dar forma al desorden de la experiencia. O, en palabras del director de cine interpretado por Humphrey Bogart en la película La condesa descalza : "un guión debe tener lógica; y la vida no la tiene". O expresado de forma más irónica por Fernando Trueba : "La vida es una película mal montada"

  Por supuesto no es éste el único motivo. Carmen Gil Vrolijk en su estudio "Estructuras no lineales en la narrativa (Literatura, cine y medios electrónicos)" apunta al origen de las ciudades como uno de los avances sociales que ayudó a cambiar la estructura mental de los seres humanos. Y como ya hemos visto, distintas teorías científicas del siglo XX como la mecánica cuántica, el Principio de Incertidumbre de Heisenberg o la Teoría del caos aportarían una forma nueva de ver el mundo y entendernos a nosotros mismos. Asimismo movimientos artístico-culturales como el postmodernismo influirán de forma definitiva en los nuevos creadores, impulsándoles a buscar nuevos caminos narrativos.

  Según Belén Gache muchos teóricos, entre ellos Michel Foucault, han señalado cómo al comienzo del siglo XX se produjo un debilitamiento de la lógica temporal propia del siglo XIX a favor de un ordenamiento epistemológico basado en la sincronicidad y la forma espacial. Habitamos hoy lo sincrónico en lugar de lo diacrónico y vivimos en un ámbito que en el que priman lo simultáneo y la yuxtaposición.

  El homo narrativo ha evolucionado de tal manera en las últimas décadas, debido a la inmersión en continuos discursos audiovisuales, que su entendimiento y seguimiento de relatos complejos dista mucho del que tenían el público de los juglares o la audiencia del teatro en la Inglaterra victoriana. En España hay una generación de directores que prueban que se atreven ya con cualquier tipo de historias, y que, con naturalidad, se adentran en los géneros sin ningún tipo de miedo ni complejo.

  Pero quizá el mejor ejemplo de esta tesis me lo ha ofrecido mi hija que tiene doce años. La siguiente lista de ejemplos de películas o capítulos de series de televisión, paradigmas claros de narrativa no lineal, ha sido detallado por ella.

  La increíble pero cierta historia de Caperucita Roja es una versión del cuento clásico y una película destinada al público infantil. La misma historia es contada desde distintos puntos de vista: Caperucita Roja, el lobo, un conejo, la abuelita y el cazador. Por cierto, lamento el “spoiler”, pero el malo es el conejo.

  Robert Rodríguez, director amigo de Quentin Tarantino y cómplice suyo en multitud de proyectos, ha hecho varias películas infantiles. Entre ellas, la saga Spy Kids o Shorts, la piedra mágica, film desordenado cronológicamente. Ambos directores son conocidos por su atrevimiento formal y su ruptura absoluta de las formas canónicas de la narración; Rodríguez lo aplica también a las películas para niños. Y, visto su éxito, no parece que tengan ningún problema para entenderlas.

  Aún más famosa es la serie Los Simpsons, donde son muchos los capítulos que juegan con las estructuras diegéticas. En 22 cortometrajes sobre Springfield Bart y Milhouse se preguntan si le suceden cosas interesantes a los ciudadanos de Springfield, lo que lleva a una cadena de escenas sobre la vida de sus habitantes. El episodio es una serie de cortos, cada uno mostrando una breve síntesis de lo que pasa en Springfield. Contiene numerosas referencias a la película de Quentin Tarantino Pulp Fiction.

  En el episodio Trilogía del error, decimoctavo episodio de la duodécima temporada se cuenta la misma historia desde tres puntos de vista distintos : el de Homer, el de Lisa y el de Bart.

  Parece claro, por lo tanto que las generaciones que han crecido rodeadas por los medios de comunicación actuales, acostumbrados a recibir constantemente mensajes audiovisuales tienen una mayor capacidad de “lectura” y entendimiento de estructuras narrativas no lineales. Quedan atrás ya las formas del relato del siglo XIX y se ha dado paso a un pensamiento narrativo abierto a formas mucho más complejas y cercanas a la hipertextualidad.

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